Casa en Costa Esmeralda II












El encargo surge a partir del interés de dos amigos que desean realizar una inversión conjunta en una vivienda ubicada en el barrio. Su intención es doble: por un lado, generar una renta a través del alquiler de la propiedad; por otro, contar con un espacio propio que puedan utilizar durante diferentes momentos del año, tanto en conjunto como de manera independiente. Esta dualidad en el uso planteó un interesante desafío proyectual que llevó a pensar en una vivienda flexible.
La propuesta arquitectónica se estructura en una sola planta que articula lo privado con lo social a través de un patio. Se proyectaron dos suites principales, una para cada propietario, garantizando privacidad y autonomía. Estas suites están complementadas por dos habitaciones comunes adicionales que permiten ampliar la capacidad de alojamiento, adaptándose a distintas configuraciones de uso: vacaciones en familia, fines de semana con amigos, o bien para maximizar la rentabilidad en caso de alquiler a grupos numerosos.
El área social de la casa fue concebida con una dimensión generosa, superando lo habitual en proyectos de este tipo. Este sector incluye cocina, comedor y estar integrados, pensados como un espacio amplio, luminoso y versátil, capaz de albergar encuentros, celebraciones y momentos compartidos entre los propietarios o con invitados.
Asociados: Gastón Marín + Lucas Grande